LA LIEBRE Y LA TORTUGA
Posted by wilberjhu on julio 17, 2018 with No comments
En el
pueblo de los animales parlanchines vivía una liebre con unas
orejas muy grandes. La liebre era muy veloz y, por eso, le gustaba
presumir delante de todos los animales de ser la más rápida corriendo.
Además, la liebre siempre se reía de la tortuga, de sus patas cortas y
de su lento caminar. Todos los días, al ver pasar a la tortuga, la liebre le decía:
- ¡Buenos días, señora tortuga! ¿A dónde va usted tan lenta? ¡Ja, ja, ja!
La tortuga, que era muy buena, no se enfadaba nunca, porque
quería llevarse bien con todos sus vecinos.
Una mañana la tortuga tuvo una idea y le dijo a la liebre:
- ¡Buenos días señora liebre!.
Todos los días la oigo decir lo mismo, pero ¿se atreve a correr
conmigo para ver cuál de las dos llega antes a la meta?
orejas muy grandes. La liebre era muy veloz y, por eso, le gustaba
presumir delante de todos los animales de ser la más rápida corriendo.
Además, la liebre siempre se reía de la tortuga, de sus patas cortas y
de su lento caminar. Todos los días, al ver pasar a la tortuga, la liebre le decía:
- ¡Buenos días, señora tortuga! ¿A dónde va usted tan lenta? ¡Ja, ja, ja!
La tortuga, que era muy buena, no se enfadaba nunca, porque
quería llevarse bien con todos sus vecinos.
Una mañana la tortuga tuvo una idea y le dijo a la liebre:
- ¡Buenos días señora liebre!.
Todos los días la oigo decir lo mismo, pero ¿se atreve a correr
conmigo para ver cuál de las dos llega antes a la meta?
La liebre,
al oír esto, casi se muere de la risa, pensando que le ganaría
fácilmente, pero,
como tenía ganas de divertirse un rato, aceptó.
Como juez
de la carrera eligieron a la zorra y todos los animales del
pueblo se reunieron para verlos correr:
el mono, el hipopótamo, el oso, el búho, el loro y
hasta el pájaro carpintero acudió a la competición
pueblo se reunieron para verlos correr:
el mono, el hipopótamo, el oso, el búho, el loro y
hasta el pájaro carpintero acudió a la competición
La señora zorra dio la señal de
salida:
-¡Preparados, listos…ya! Y la carrera comenzó.
La liebre salió corriendo y cuando la tortuga había dado solo dos pasos
la liebre ya se había perdido de vista.
-¡Preparados, listos…ya! Y la carrera comenzó.
La liebre salió corriendo y cuando la tortuga había dado solo dos pasos
la liebre ya se había perdido de vista.
La liebre, al ver que se había
alejado mucho de la tortuga, se paró
a descansar en una roca y se
quedó dormida. Mientras tanto,
la tortuga seguía caminando y,
aprovechando el sueño de la liebre,
la lenta tortuga, pasito a
pasito y sin parar, se fue acercando
a la línea de meta, hasta
conseguir ganar la carrera.
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